Playa Grande fue -alguna vez-un pueblo al que la Mar de Ansenuza, en sus avances, se llevó. Lo último en desaparecer bajo sus embates fue la capilla en honor a Nuestra Señora de la Merced. Varias familias perdimos durante la última crecida de la laguna -en el 2001 y 2003- nuestras humildes casas de descanso. Sin embargo, hemos levantado otras porque amamos este lugar de paz.
viernes, 30 de octubre de 2009
viernes, 13 de febrero de 2009
Esto lo escribí después que el agua se llevó mi 1ra casita:
Quiero volver a Playa Grande
a tener como techo las estrellas,
a observar las pinceladas -rosadas-
que dibujan sobre el cielo
los flamencos,
a despertar con la diana
alborotada de los teros,
a inundarme de aire puro,
a sepultar mis piesbajo la arena.
Quiero volver a Playa Grande
aunque la mar me abrace
-como a Alfonsina- para siempre.
Huellas en la arena
Huellas de pies descalzos
en la arena
mojada.
Caracoles blancos, piedritas de colores
esqueletos de pescados
algún pájaro muerto.
Desechos de árboles secos
petrificados por la sal.
La laguna está en calma...
La espuma blanca dibuja
arabescos en la orilla,
flamencos rosados
pintan el atardecer.
Ensimismada en su paseo solitario
ella va dejando
las huellas de sus pies desnudos.
En cada uno de sus pliegues
tiemblan retazos de su vida.
Gladis Noseda de Ataide
(Balnearia)